jueves, 30 de diciembre de 2010

Demuestran el aprendizaje subliminal en el cerebro humano

Tal como argumenta el autor principal del estudio, Mathias Pessiglione, del University College de Londres, no son raros los casos en los que nuestra "intuición" puede producir una mejor decisión que el razonamiento consciente. Esa confianza en la intuición y un buen resultado de ésta pueden depender del aprendizaje asociativo subconsciente entre las señales subliminales presentes en una situación dada y el resultado que produce una decisión. Por ejemplo, un avezado jugador de póquer puede jugar con más éxito debido a que con la experiencia que ha acumulado de muchas partidas anteriores, ha aprendido a asociar los resultados monetarios con las manifestaciones conductuales subliminales de sus oponentes.
19 Oct 2008 | SOLOCIENCIA.COM

P
ara investigar este fenómeno, Pessiglione y sus colegas crearon pistas visuales a partir de símbolos abstractos. La percepción visual consciente se evaluó mostrando dos de las señales camufladas y preguntando a los sujetos si percibían alguna diferencia. Los investigadores razonaron que si los sujetos eran incapaces de percibir correctamente cualquier diferencia entre las señales camufladas, entonces también eran incapaces de elaborar representaciones conscientes de las asociaciones entre una señal y un resultado.

En el siguiente conjunto de experimentos, los sujetos realizaron una tarea que llevaba incorporada un condicionamiento subliminal, y en las que se empleaba el mismo procedimiento de señales camufladas, aunque ahora esas señales se emparejaban con resultados monetarios. Usando esta metodología, los investigadores observaron que los premios y los castigos asociados a cada señal subliminal guiaron las respuestas conductuales e incluso las preferencias condicionadas hacia las señales abstractas que los sujetos no podían ver conscientemente.

Los investigadores escanearon el cerebro de los sujetos mediante resonancia magnética funcional, obteniendo así imágenes en las que pudieron investigar los circuitos específicos del cerebro asociados al condicionamiento instrumental. El estriado ventral respondió a las pistas subliminales y a los resultados visibles de una manera que se aproxima mucho a la del algoritmo informático usado por los investigadores. La conclusión es que aún sin el procesamiento consciente de las pistas contextuales, nuestro cerebro puede aprender el valor de tales pistas por su asociación a resultados positivos, y usarlas para influir sobre nuestro proceso de toma de decisiones.

Diestros ¡usad la zurda!

Imagínate que eres diestro y cuando vas a agarrar algo lo haces con la mano izquierda. Este comportamiento sorprendente lo ha provocado un grupo de investigadores de la Universidad de California en Berkeley (EE.UU.), que explica cómo lo ha logrado en la revista PNAS.

Los científicos, dirigidos por Flavio Oliveira investigaron cómo el cerebro interviene en una de las decisiones más común y fundamental que la gente hace todos los días: la mano que va a utilizar para una acción manual. Mediante estimulación magnética transcraneal (TMS) interrumpieron temporalmente la actividad cerebral de los participantes, en concreto la izquierda y la derecha de la corteza parietal posterior (PPC), una región del cerebro asociada con la planificación del movimiento y el procesamiento de las relaciones espaciales.

La acción de la TMS en el lado izquierdo de la PPC alteró la libre elección de la mano, y llevó a utilizar la mano derecha con menos frecuencia que cuando no estaba estimulada.

¿Por qué nos sentimos insatisfechos y qué podemos hacer?

Un estudio del Instituto Gallup (1) sobre prosperidad, estrés, y bienestar explora la relación entre nivel de riqueza y estrés psicológico (entendido como tensión o fatiga). Básicamente, un individuo experimenta estados de tensión cuando se ve desbordado e incapaz de cumplir sus expectativas, objetivos, o necesidades.

Una persona desempleada o con un bajo nivel de ingresos, sin duda, sufrirá estrés por no poder satisfacer sus necesidades básicas. Pero también una persona con un nivel de ingresos medio o elevado es susceptible de sufrir tensión y fatiga mental por varios motivos.

Decidir entre múltiples opciones causa insatisfacción

La riqueza conlleva una sobreabundancia de bienes. Nos abre a un amplio abanico de posibilidades. Esto que a priori es una ventaja, se puede convertir en una causa de tensión para muchas personas. Las actividades que podemos realizar son variadas y numerosas y … TENEMOS QUE DECIDIR. Elegir entre múltiples opciones nos causa estrés y tensión mental.

La persona puede quedarse indecisa y bloqueada y, cuando finalmente elige, tiene la tendencia a darle vueltas. Se queda pensando en las opciones que ha dejado atrás. Se siente dudoso e insatisfecho y esto le impide disfrutar y valorar su elección.

¿Qué se puede hacer? Me voy a centrar en 4 claves.

1.- No postergar la toma de decisiones.

Postergar es dejarlo pendiente para más tarde. Al postergar cargamos nuestra mente (porque en el fondo sabemos que ese tema no está resuelto) y nuestro cuerpo se llena de tensión (dolor de espalda, molestias en las cervicales, dolor de cabeza, fatiga visual,…). Tomamos decisiones desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. En ocasiones, son tantas las decisiones que hemos de tomar que entramos en enredo emocional y nos quedamos paralizados, no hacemos nada. El cuerpo se tensa en incluso en ocasiones nos cuesta respirar. Es importante que nos acostumbremos a decidir con cierta rapidez. Ante una decisión sencilla, haz el propósito de decidir en el momento. Ante una decisión más compleja, busca tus opciones, comprende sus posibles repercusiones y arriésgate a tomar una decisión satisfactoria, que será “la mejor” que has podido tomar en ese momento. Solo así avanzarás.

2.- Una vez hemos tomado una decisión seguir adelante y no darle más vueltas.

Has elegido la mejor opción en ese preciso momento y con los recursos que tenías. Punto. No hay error. Esa decisión concreta que te has atrevido a tomar, te llevará por un camino que es el que has de tomar para aprender y avanzar. Fuera los pensamientos de “Y si hubiera hecho esto o lo otro…”. No sirven más que para crear malestar mental y físico. Te resta fuerza para seguir con tu vida. Darle vueltas y vueltas te deja en el pasado y no te permite avanzar. De tu decisión, quédate con una conclusión sencilla, lo más clara posible y sigue adelante.

3.- Valorar lo que tenemos.

No es conformismo, es valoración en base a nuestra realidad. Haz una lista de las cosas positivas que tienes a tu alrededor. Quizás lo que tienes no es perfecto, pero ¿algo lo es? No se trata de acomodarse y decir esto es lo que hay y punto. Se trata de ver lo positivo que te rodea en vez de estar viendo solo el aspecto que no nos gusta. Tenemos tendencia a enfocarnos en lo negativo. Además, la sociedad nos muestra constantemente personajes que “parecen” tenerlo todo y tendemos a compararnos casi sin darnos cuenta. Gran parte de lo que nos muestran es ficticio (véase el photoshop). El trabajo perfecto, la pareja perfecta, los hijos perfectos, la casa perfecta… simplemente NO EXISTEN. Si hay algo que realmente queremos cambiar o mejorar podemos hacerlo, ¿cómo? poniéndonos objetivos y dando pasos para lograrlos.

4.- Poner objetivos para cada área de la vida.

Objetivos que te ayuden a dirigirte hacia donde quieres y lo que quieres mejorar y lograr. Objetivos para ti, en tu trabajo, con la pareja, con los hijos. Empieza por cosas sencillas. Te pongo algunos ejemplos. Contigo mismo: un hobby o actividad que te guste. Con tu pareja: un tiempo para compartir y hablar de algún tema interesante. Con tus hijos: un tiempo para disfrutar con ellos. La casa: puedes realizar algún cambio en la decoración.

En resumen, para ir ganando en satisfacción sigue estos 4 pasos: ATREVETE A DECIDIR, NO LE DES MÁS VUELTAS A LA DECISION UNA VEZ TOMADA, VALORA LO QUE TIENES, Y PONTE OBJETIVOS PARA MEJORAR Y AVANZAR.

Estar activo y contento para potenciar el logro

n ocasiones, tenemos la idea de que los logros a nivel profesional vienen desde la seriedad extrema y el estar constantemente preocupados. Pensamos que las cosas saldrán solo si estamos serios y malhumorados porque así somos personas más responsables y mejores profesionales… Si sonríes y estás contento, parece que eres poco serio, que no trabajas, e incluso te pueden tachar de irresponsable… y eso no tiene por qué ser así.

Se puede ser un gran profesional que rinde y consigue grandes retos a nivel laboral siendo alguien que sonríe y está contento… y no me refiero a estar sonriendo literalmente todo el tiempo, sino a mantener una actitud general en esa línea, pues es cierto que todos tenemos días mejores y peores.

Vivimos momentos complicados en cuanto a lo laboral. Hay personas que han perdido y están perdiendo sus trabajos… ese es un tema muy serio… Con este artículo solo pretendo aportar mi granito de arena y mi visión ante una realidad que veo en muchas ocasiones (en mí la primera en cuanto me descuido). Tenemos trabajo, llevamos una vida más o menos agradable y, en ocasiones, la enturbiamos nosotros mismos con nuestra forma de pensar y actuar.

¿Qué es estar contento y de dónde viene?

El estado de contento no viene del exterior sino que parte de nuestro interior, de nuestra propia capacidad de movimiento, acción, e ilusión.

El estar contento no es que las cosas salgan como están previstas y entonces yo me pongo contento. El estado de contento se potencia cuando nos cuidamos para sentirnos lo mejor posible, y cuando nos movemos para conseguir nuestros objetivos tanto profesionales como personales.

Estar contentos a nivel interno, nos ayuda a ir alcanzando nuestras metas a nivel externo. Implica no esperar a que las cosas sucedan sino ir dando pasos para que ocurran, y por supuesto, cuando conseguimos algo nos alegraremos y así se irá alimentando un poco más nuestro “estado de contento”.

Ocuparse en vez de preocuparse

La seriedad extrema y la preocupación constante pueden venir de darle muchas vueltas a la cabeza sin actuar, y sobre todo de quedarse en la duda continua, de pensar en los obstáculos que nos vamos a encontrar antes de que aparezcan,… Si piensas en esos posibles obstáculos para estar preparado y actuar, está bien, pero si te empiezas a agobiar pensando en esos obstáculos, eso ralentiza, desgasta, y hace que no avances. Esa actitud te paraliza y te aleja del logro.

El logro viene de tu movimiento y de tu acción. Estar contento y activo, te da impulso para seguir adelante. Te pone en situación de avance y, por tanto, mantener esta actitud te acerca al logro poco a poco.

Cuando estás contento respiras mejor, te sientes más vital y con más ganas de hacer. La persona tiene mayor capacidad para ir resolviendo lo que acontece en su jornada laboral.

Las situaciones que se presentan pueden ser de mayor o menor complejidad pero la persona, al estar contenta y con actitud activa y positiva, podrá resolver mejor. Y así, al ir resolviendo irá tomando fuerza e impulso para seguir adelante con la sensación de que puede hacerlo y sentirá que es capaz de seguir el día con energía.

Hace unos días fui a visitar a un cliente. De entrada, me pareció que ambos estábamos un poco serios y tensos. Nada más llegar, ocurrió una situación un tanto cómica que nos hizo sonreír de manera espontánea y natural. Se creó un entorno amable y la visita fue de lo más agradable y productiva, además de profesional.

En resumen: es muy importante estar activo y contento dentro de lo posible, porque sube nuestra energía y vitalidad. Así haremos más en menos tiempo desde la tranquilidad, iremos avanzando poco a poco, y nos sentiremos mejor.

3 pasos para potenciar tu capacidad de influencia

Hace poco leía en un artículo que uno de los temas que más interesa a las personas a nivel de auto-desarrollo profesional es cómo influenciar o convencer a los demás. Así que, aquí estoy, aportando mi pequeño granito de arena al asunto. Y lo primero que haré será explicar las bases de las que he decidido partir.

* Para mí, influencia es la capacidad de llegar a los demás, y

* creo firmemente en la inteligencia e intuición de las personas.



He sintetizado las conclusiones a las que he llegado en 3 pasos, que considero son claves para crear confianza y aumentar la posibilidad de llegar a influir en los demás. Estos pasos son:

1.- Claridad contigo mismo. Tenerlo claro tú

Para poder convencer a alguien de algo, antes que nada tienes que estar convencido tú. Solo desde ahí, puedes llegar a transmitirlo. Para influir en los demás, primero tienes que tenerlo claro tú.

2.- Expresión clara y concreta

Una vez lo tienes claro tú, simplemente, expón tu mensaje lo más claro y concreto posible.

Las palabras son necesarias en nuestra interrelación. Nos ayudan a relacionarnos y a matizar nuestros mensajes. Ahora bien, muchas palabras, a veces, confunden más que aportan claridad.

Las palabras tienen diferentes connotaciones para unas personas que para otras. Por eso, hay que tener cuidado en no pasarse con las explicaciones porque, en ocasiones, queriendo explicar y justificar, lo que hacemos es enredar y confundir. Así que, las palabras sí, pero cuidado con su uso en exceso.

3.- Coherencia entre la palabra y la acción

Transmitirlo a través de las palabras y de los hechos, y, sobre todo, a través de estos últimos. La influencia viene de lo que transmitimos. Lo que transmitimos es eso que no se ve, pero que está ahí. Acompaña a nuestro discurso todo el tiempo, nos demos cuenta o no. Se trata de alegría, claridad, calma, firmeza,… y demás aspectos que tenemos a nivel interno y que salen al expresarnos.

Para poder llegar a las personas (transmitir) es necesario que nuestro discurso externo (las palabras) y nuestra energía interna (lo que vivimos en nuestro interior) estén alineados, tengan una coherencia.

La palabra vacía, que no está apoyada con hechos, al final ni llega ni se sostiene en el tiempo. Lo que realmente llega es la coherencia de esas palabras a través de nuestros actos y nuestras vivencias. La coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos, entre lo que hacemos y lo que decimos.

La palabra puede ser efímera. Los hechos son contundentes. Podemos decir, por ejemplo, que somos generosos y, luego, actuar o no actuar de esta manera. Lo que cuenta, sobre todo, es lo que hacemos.

Conclusión:

Una vez lo tienes claro tú, lo expresas de manera clara y concreta y lo apoyas con hechos reales, entonces, se empieza a generar un entorno de confianza y es en ese momento, cuando los demás deciden, o no, que les llegue tu mensaje.

La resiliencia: un paso en la oscuridad

Vivimos inmersos bajo modelos culturales cimentados en la superficialidad y el banalismo de la vida, donde pareciera ser que como por arte de magia y de la aplicación de algunos preceptos facilistas , tuviéramos asegurado el futuro para nuestras vidas.

Conviene para esto observar la manera cómo las principales cátedras administrativas se fundamentan en fortalecer ante todo las competencias para mejorar la productividad, la competitividad, el atesoramiento y la búsqueda del éxito personal, o percibir la manera cómo los medios de comunicación se soslayan ofreciendo soluciones superficiales, garantizando el encuentro con la plenitud, la felicidad y la armonía, incluso a través de programas y concursos donde aún se puede ganar con ardides engañosos, faltos de ética, que van en contra de la dignidad de los otros concursantes y la integridad del público en general.

Ahora bien, es fácil observar cómo aún dentro de nuestros sistemas educativos, tanto en el ámbito de la educación media como en la profesional, se siguen premiando principalmente las mejores notas, los mejores promedios y las mejores presentaciones personales alcanzadas dentro de un marco unidisciplinar, en busca de la especialización, como garante de un futuro promisorio, ¡claro! sin ignorar que se estén haciendo ingentes esfuerzos por sobrepasar esas barreras individualistas y auto-deterministas, pero olvidando, tal vez, que una sociedad se construye sobre valores inclusivos, donde también tenga cabida la proyección social, los aportes inter y trans-disciplinares y la posibilidad de abrirse al co-aprendizaje.

Valdría la pena revisar el concepto que manejamos sobre lo que significa la calidad de vida, sobre qué valores la queremos construir y cuáles son los indicadores o estándares que nos demuestran su mejoramiento; seguramente y en la mayoría de los casos le vemos asociada con la consecución de una cantidad de cosas, bienes, servicios y hasta sensaciones que nos ayuden a sentirnos bien, a nosotros y a los seres que amamos, por supuesto, como idealizando un sistema infalible que nos provea de seguridad y nos avale una vida próspera y perdurable.


¿Acaso somos dueños de nuestras vidas?
¿Será que queriendo evitar el dolor, haremos que éste desaparezca?
¿Somos islas autónomas e independientes, en medio del universo?
¿Nuestros planes son tan infalibles?



Miles, millones de personas en el mundo y a través de la historia de la humanidad, han visto cómo sus vidas y las de sus familias han cambiado en un instante, a partir de una experiencia traumática, llena de dolor y sufrimiento, un accidente, una situación que quedó fuera de control, donde en muchos casos ya no era problema de la sabiduría de la ciencia, ni de la falacia del poder, ni de las riquezas o el dinero, convirtiéndose esta experiencia en un acto transformador, vital, relevante, que los confrontó con su propia realidad, una para la cual, seguramente, no estaban preparados.

¡Tan sólo basta un segundo, para cambiar el rumbo de toda una vida!

Es ineludible y a la vez pertinente analizar con atención cómo queriendo auspiciar con las mejores intenciones la búsqueda de un mejor porvenir, podemos caer en medio de una falacia, una trampa, una ilusión inexistente, no que no sea necesario prepararse o estudiar, o buscar la forma de alcanzar un mejor ambiente para vivir, ni mucho menos de no tratar de administrar lo mejor que se pueda nuestras vidas o dejar de soñar y anhelar mejores rumbos, ¡no, por supuesto que no!; sino más bien recordar y tener en cuenta que así como es importante disponerse para el éxito, palabra directamente asociada con el TENER, también es necesario comprender nuestra fragilidad y nuestra predisposición al dolor, al error, a la frustración, a la muerte, situaciones latentes, inherentes a la vida, concepciones fundamentales asociadas con el SER y el TRASCENDER, no como un acto más de egoísmo y de superficialidad, sino como herramienta fundamental para construir una vida dentro de un concepto de integralidad y de consciencia.

Pero:


¿Cómo prepararse para superar el dolor y el sufrimiento?
¿Estamos listos para confrontar lo inesperado?
¿Qué se puede hacer desde el sector educativo?
¿Qué herramientas se pueden ofrecer desde la familia?
¿Cómo lograr fortalecer fibras internas, que aún no conocemos?



La resiliencia es un acto de fe, de optimismo, de confianza, de que a pesar de las situaciones de desasosiego y adversidad en la que nos encontremos, vamos a recuperar nuestras fuerzas, tarea asociada con la nueva forma en que asumiremos nuestro diario vivir, a la nueva y más trascendental manera en que nos relacionaremos con el mundo en el que vivimos y que a pesar de todo lo que haya sucedido, o esté sucediendo, podremos recuperar nuestra existencia y encontrar una salida victoriosa.

“El vocablo resiliencia trae su origen del latín, en el término resilio que significa volver atrás, volver de un salto, resaltar, rebotar. La resiliencia es un término que proviene de la Física y se refiere a la capacidad de un material de recobrar su forma original después de haber estado sometido a altas presiones.

Por analogía, en las ciencias humanas se comenzó a utilizar esta palabra para designar la facultad humana que permite a las personas, a pesar de atravesar situaciones adversas, lograr salir no solamente a salvo, sino aún transformados por la experiencia.”

Así pues sería importante de manera personal, desde la familia y el ámbito educativo, reaprender a:

* Valorar lo que es esencial en la vida, desde el valor de la vida misma
* Dar y recibir afecto y cariño, ante todo a los niños desde su temprana edad.
* Agradecer sobretodo los detalles que parecen ser los más pequeños.
* Fortalecer la autoestima, como ser humano íntegro, seguro y capaz de salir avante.
* Ser capaz de elegir con un criterio que incluya el pensamiento diferente.
* Reconocer las limitaciones que hay que aceptar.
* Valorar la vida espiritual, la fe y los valores trascendentes.
* Comprender que la muerte hace parte de la vida.
* Que hoy es el día para perdonar y amar (Acto de entrega incondicional).
* Reconocer, atender y valorar sus logros y habilidades.
* Promover la formación de redes de apoyo y ser parte activa de ellas.
* Desarrollar la habilidad para encontrar significado a las experiencias de la vida.
* Generar oportunidades para el desarrollo de habilidades para la convivencia.
* Esperar y comprender que la vida se compone de ciclos.



Todo tiene un momento y un lugar, hasta el dolor y la adversidad, pero recordemos que luego de la tormenta viene la calma y que los minutos más oscuros de la noche son los minutos antes de empezar a amanecer.

Gracias por seguir ahí, luchando por la vida, por tu ejemplo, por tu fuerza, por tu verdad.

¡Ánimo, sigamos adelante, paso a paso, con fe, esperanza y amor!

¿Miedo a no lograr las metas laborales que te asignan? Qué hacer para manejarlo

Resumen: muchos ejecutivos con posiciones de mando se enfrentan a la realidad del miedo, el temor, la incertidumbre o la duda de fallar en la consecución de las metas que se les asignan. Lee este artículo para que aprendas por qué sucede esto y cómo desarrollar formas más saludables de manejarlo.

Palabras clave: miedo, ejecutivos, metas, influencia, poder, equipo de trabajo, resultados, éxitos, autoestima.

El miedo, desde el punto de vista emocional, tiene como intención protegerte de alguna amenaza a tu alrededor. Si te avisan en tu oficina se está incendiando, el miedo te preparará física y mentalmente para huir y salvar tu vida.

Pero también existen los miedos psicológicos. Son aquellos que se generan cuando no existe una amenaza real en tu entorno, pero lo sientes cuando te asignan una meta a lograr y temes fallar, temes no poder lograrla, quedar como incompetente ante los demás y perder tu valor como persona y como trabajador.

En principio, la intención de este miedo que generas es protegerte de todas estas experiencias, pero, desafortunadamente, también te traerá como consecuencia parálisis, evitarás correr riesgos, tomarás decisiones con inseguridad, te mostrarás inhibido, lo reflejarás ante tu equipo de trabajo y no obtendrás poder e influencia frente a ellos.

El resultado: se te hará aún más difícil llegar a las metas laborales que te asignen.

El origen de esta limitante se debe a que en el fondo se tiene poca confianza en sí mismo, una baja autoestima. Se duda de las propias aptitudes y recursos para poder lograr con éxito lo que nos proponemos o lo que nos asignan, por muy buenas intenciones que tengamos.

Entonces tu trabajo principal lo debes centrar en reforzar tu auto concepto, la imagen que tienes de tu persona, enfatizar tus talentos y virtudes ante tus propios ojos y procurarte mucho reforzamiento que te ayude a construir una sólida base dentro de ti mismo.

Algunas acciones que te ayudarán a ello son las siguientes:

1. Elabora un inventario de tus cualidades y talentos. Lee este inventario todos los días y procura profundizar sobre una cualidad a la vez cada día.

Vamos a suponer que eres cálido en tu trato. Busca en el diccionario qué significa la palabra calidez. Idea tres maneras en que proyectarás esta cualidad el día de hoy. Al final del día vuelve a recordar cómo llevaste a la práctica esta virtud y llénate de orgullo por ello.

Luego realiza el mismo procedimiento con tu siguiente cualidad. El objetivo es que vayas robusteciendo tus talentos frente a ti mismo.

2. Lleva un diario de éxitos. Escribe, de ser posible todos los días, todas aquellas pequeñas y grandes cosas que te hicieron sentir seguro y exitoso durante el día. Al cabo de una semana lee todo lo que escribiste y evoca en tu mente lo bien que te sentiste en esos momentos.

La finalidad de este ejercicio es que hagas conciencia de que tienes el potencial de logro dentro de ti mismo. Si lo pudiste hacer una vez significa que lo puedes hacer dos veces.

3. Entrevístate con otros ejecutivos exitosos o que admires. Pregúntales qué pasa por sus mentes cuando les asignan una meta o un reto a lograr. Pídeles que te den recomendaciones o tips para afrontar los retos con actitud ganadora. ¡Aprenderás muchísimo de ellos!

4. Realiza visualizaciones. Imagínate cumpliendo tu meta al 100%, lo que escucharás cuando la logres, lo que sentirás. Si tienes problemas para visualizar, entonces escribe en una hoja la experiencia como si ya se hubiera concretado, incorporando en ella elementos visuales, auditivos y emocionales.

Repasa tu visualización o tu escrito de manera constante y disfruta el proceso. De preferencia en un lugar relajado, al despertar o antes de dormir.

La intención de este ejercicio es programar a tu cerebro hacia el éxito. Cuando uno tiene miedo, lo primero que le viene a la mente son escenas dramáticas, ocurriendo lo peor, por lo que el problema se agudiza aún más. Entonces hay que educar a la mente para que piense en positivo, dirigiéndola hacia lo que quiere, no a lo que no quiere.

Se tenaz. El cerebro tiene una gran capacidad de aprender nuevas formas de reaccionar al ambiente, pero la perseverancia te permitirá conquistar las mieles de la victoria.

Entonces la fuerza de tu liderazgo no vendrá desde fuera, sino desde dentro de ti, te sentirás con mayor poder y dominio de tus circunstancias, lo proyectarás de esa manera reflejando un liderazgo fuerte y decidido y tendrás mucha más influencia ante tu equipo de trabajo. Los resultados irán lográndose por sí solos.

¿Quién dice que no se puede?

Las oportunidades

El destino utiliza muchas maneras para conceder sus dones y algunas veces son tan sutiles que hace falta una gran inteligencia y visión para percatarse de su presencia. En otras ocasiones, las oportunidades se esconden y se agazapan para no aparecer antes, porque tienen un tiempo y un lugar para aflorar en la forma que deben hacerlo. Por eso, cuando no se esta con la mente bien alerta y receptiva, las oportunidades se van de largo pues son raudas en su paso por el mundo.

A mucha gente se le presentan oportunidades disfrazadas de desgracias, seguro muchos conocemos de algunas personas a quienes, después de un problema o desgracia, el destino y la actitud con que lo asumieron, los cambiaron totalmente y para bien, dejándolos en mejor posición que la que tenían. Pero si la oportunidad toca el hombro de una persona anodina, insulsa, de poca valía moral y nula mentalidad, la ocasión se pierde. Por eso hay que estar preparados para aprovechar las oportunidades al máximo y lograr, de una llana y simple posibilidad, un éxito rotundo y contundente, duradero y formidable.

Para lograr ubicar a las oportunidades y saber diferenciarlas de los hechos cotidianos y comunes se requiere lo siguiente:


a) Obviamente ¡Buscarlas!. Tal vez te lleguen solas, pero la probabilidad de encontrarlas será mas alta si las buscas. No se trata, como dicen los argentinos, de echarse a la milonga. Para todo hay que fregarse, además, la Biblia lo dice: el que busca, encuentra.
b) No desistir, la búsqueda puede tomar mucho tiempo, aquí también hay que ser muy persistentes. Puede ser que cuando estamos a punto de desistir, la oportunidad ya empieza a asomarse.
c) Hay que saber reconocer las oportunidades porque a veces vienen disfrazadas. Se quitan la careta ante acciones comunes de las cuales, a veces, no esperamos nada. Por ejemplo ayudar a una persona desconocida a resolver un problema o una situación que le afecta; iniciar una platica amable con un desconocido en una sala de espera o en un elevador; hacer un viaje del que no esperamos obtener nada pero que es indispensable que lo hagamos, incluso a veces de manera forzada.
d) Mostrarse sereno, seguro y afirmativo lo cual nos ubica entre los que tienen el mando como su elemento natural.
e) El trato dirigido para que, cuando alguien trate contigo, desentrañe en el diálogo todo lo que vales en aspectos como seguridad, conocimiento, cumplimiento, solvencia moral por lo cual te pudiera recomendar para los encargos en los que se requiera una presencia como la tuya.



Si, las oportunidades viajan sin parecerlo, pero alguien que tenga la mente abierta las puede descubrir y decir “este es mi momento”, “llegó la hora”, “de aquí soy” o como dijera Arquímedes: “Eureka”, Claro que las oportunidades te pueden llegar sin que tengas que poner en práctica las cuatro acciones anteriormente recomendadas. Puedes triunfar tú solo, primero hallándote a ti mismo, sabiendo quien eres, que deseas y hacia donde vas y después encontrando los elementos con los que lucharas.

La mayor parte de las veces, las oportunidades se presentan acompañadas de arduo trabajo. Alguien decía que si creía en la suerte ya que había notado que entre más trabajaba, más suerte tenía. Las oportunidades, casi siempre traen la etiqueta con el precio y ahí es donde la mayor parte de la gente se desanima, se les hacen caras, las quieren fáciles, sin costo y sin esfuerzo. Prefieren no verlas. Hay que aferrarse, pegárseles como chicle, seguirlas de día y de noche, sin tregua, sin desanimo, encontrada la oportunidad, no hay que soltarla.

En el afán de encontrar las oportunidades, debemos distinguir entre vivir, sobrevivir y vegetar.

Vivir, es disfrutar la existencia en todas sus bondades y sinsabores, esto último no por ser masoquistas, sino porque los reveses también nos dejan algo y nos enseñan, nos forman y nos hacen acumular experiencia. Agradecer el haber nacido, el estar sano, saborear la esperanza, disfrutar el éxito y disfrutar los gratos recuerdos. Vivir cada dìa como si fuera el èltimo de nuestra existencia.

Sobrevivir, es vivir hoy sin responder por el mañana, es comer hoy, y mañana, quien sabe. Sobrevivir es la antivida. Es no querer esforzarse por labrar un futuro, es derrotarse sin haber peleado, es aventar la toalla, es nadar “de muertito” para dejarnos llevar por la marea..

Vegetar es vivir por vivir, una vida vegetativa es vivir sin sentido. Ser por el solo hecho de ser, que es como no ser. Como cuando se cae en las drogas. Vegetan los locos, los inanes, los vacíos, los reos sin ocupación los vagos atenidos, los malvivientes. La raya que separa el vegetar del morir es muy difusa.

Vivir como se ha descrito, es otra de las condiciones para encontrar las oportunidades. Ahí están, sal a buscarlas, encuéntralas.

Endorfinas

Endorfinas
En la década de los setenta, se descubrió un planeta al cual se le bautizó con el nombre de Quirón. Los astrólogos le adjudicaron a Quirón el símbolo de la llave y dicen ellos que este planeta viene con una enseñanza precisa: cuando creemos estar ante un muro infranqueable, allí se halla la salida, nuestras mas sombrías adversidades son nuestras mejores oportunidades o, viéndolo de otro modo, nuestro peor enemigo puede convertirse en nuestro mejor aliado si sabemos manejar las situaciones que se nos presentan.

Podría parecer frívolo hablar acerca de la felicidad, la autosatisfacción personal o la sensibilidad estética cuando estamos concientes de que a nuestro alrededor gravitan problemas económicos, falta de desarrollo, falta de empleos, la lucha cruenta de las empresas por la supervivencia y miseria y desánimo en muchos de los mexicanos que cada día ven más lejos la solución a sus problemas. Cierta o no la astrología, Quirón tiene razón con la enseñanza que se le atribuye en el párrafo anterior, a ella hay que agregar que la mayor parte de la solución a nuestros problemas depende de nosotros mismos, como individuos y como sociedad. Pero ¿Cómo afrontar las situaciones de reto cuando no tenemos el ánimo para ello? Observe usted a la gente en la calle, en su trabajo, en sus diversas actividades diarias y podrá notar que la inmensa mayoría tiene un aspecto de preocupación o en el mejor de los casos, de indiferencia por concentrar sus pensamientos en sus propios problemas; son pocas las personas que podemos notar con facilidad que irradian optimismo, esperanza, buena disposición y alegría. Haga usted la prueba, ¡cuéntelas!. Además de la actitud correcta, está científicamente comprobado que el organismo de estas personas fabrica muchas endorfinas y la presencia de éstas las hace sentirse eufóricas y felices. Entre los descubrimientos científicos mas importantes de la ciencia moderna se encuentran las endorfinas, las cuales fueron descubiertas por John Hughes y su equipo de científicos de la Unidad para la Investigación de las Drogas Adictivas de Aberdeen. Aquellos instantes felices que todos de una manera u otra hemos experimentado y que muchas veces recordamos como algo muy especial correspondían a momentos en que nuestro cuerpo estaba sintetizando endorfinas. Las endorfinas, además de producir en nosotros una sensación placentera de felicidad, influyen en nuestro comportamiento y son un potente analgésico natural pues alivian el dolor como solo pueden hacerlo las drogas de la familia de la morfina, y pueden incluso prevenir y curar muchas enfermedades pues tienen relación directa con los mecanismos de defensa del organismo humano.

Hay varias formas de generar endorfinas, una de las más eficaces es el masaje o las caricias, que tan placenteras nos resultan. El placer que produce el masaje no es el resultado del masaje mismo sino de la generación de endorfinas que éste provoca. Desde la más remota antigüedad las madres de familia saben por instinto que pueden calmar el dolor de sus hijos con caricias y cariños, y lo mas sorprendente es que funciona. Ello se debe a esas maravillosas drogas llamadas endorfinas. Otros medios para generarlas lo son la acupuntura, los deportes, las técnicas de relajación, la risa, la música, y cualquier otra actividad que nos guste mucho hacer. Las endorfinas son substancias bioquímicas analgésicas segregadas por el cerebro que desempeñan un papel esencial en el equilibrio entre el tono vital y la depresión. De ellas depende que nos encontremos bien o que nos encontremos mal. Visto de otra manera, podemos decir que las endorfinas son agentes bioeléctricos transmisores de energía vital. Nuestro organismo es capaz de segregar esta droga la cual es cientos de veces más potente que la heroína o la morfina, es totalmente natural y carece de efectos secundarios, desafortunadamente, hay gente que se droga para obtener a un alto precio, los mismos estados que podría alcanzar natural y gratuitamente a través de las endorfinas.

Cuando un drogadicto se administra su dosis, está intentando provocar desde afuera, lo que su organismo debería hacer desde adentro. Las primeras veces que se droga, efectivamente, vive una sensación de felicidad y euforia, de relajamiento. De hecho, muchos drogadictos describen esta situación diciendo: “es como unas vacaciones”. Gracias a la droga, se han desconectado momentáneamente con aquello que les proporciona infelicidad. Esto solo ocurre con las primeras dosis pues además de la tremenda intoxicación que se va creando, la capacidad del organismo para segregar y recibir endorfinas va disminuyendo y el drogadicto se encuentra cada vez mas desprotegido ante el dolor y la depresión.

Las endorfinas no se pueden administrar desde afuera, es nuestro propio organismo el que las crea desde adentro, pero si desde afuera le ayudamos y lo estimulamos para que las produzca, nos sentiremos mejor y más dispuestos a enfrentar los retos. En muchas ocasiones, el típico ejecutivo o empresario, acaba su jornada laboral en una situación de stress que le dificulta relajarse por medios naturales y entonces es bastante normal que recurra a las bebidas alcohólicas ya que el alcohol produce una reacción parasimpática de calma y relajación. Sin embargo, la utilización crónica de alcohol, anula la capacidad del cuerpo para mantener el flujo correcto de endorfinas en el organismo.

Algo que nuestros abuelos ya sabían lo es el hecho de que la risa es buena para la salud. Además de reír, tomar las cosas con humor, positivamente, sin proyectar nuestra negatividad, nos ayuda a vivir una vida más plena. La risa nos hace olvidar las preocupaciones y los problemas y encaramos la existencia más positivamente. Una actitud positiva y un cierto toque de humor ante la vida, implica una bioquímica equilibrada que da como resultado una tasa normal de endorfinas en nuestro cuerpo y lógicamente, de defensas y de capacidad de sensación de felicidad. Una simple sonrisa emite una información que hace que el cerebro genere endorfinas.

Para ser felices hemos de saber colocarnos por encima de ese espejismo que llamamos realidad, hemos de estar por encima de las dificultades que el destino nos depara y para ello, el sentido del humor nos ayudará. A veces la vida se presenta tan llena de problemas y contrariedades que nos sentimos incapaces de reaccionar, parece como si nos faltaran las fuerzas y así, es más fácil ceder ante la angustia o la depresión que reaccionar, es entonces que debemos comenzar a estimular nuestro cuerpo para que genere endorfinas. Nuestra capacidad para desarrollar una conciencia receptiva agudizada que nos haga vivir más plenamente la vida y aprovechar al máximo las oportunidades que ésta nos brinda, es la base de nuestra felicidad y el secreto se encuentra en las endorfinas.

Estimados lectores, ¡droguémonos con la vida!, ¡droguémonos con nuestras propias endorfinas!

Suerte te dé Dios

La “suerte” es una mezcla de preparación, búsqueda de oportunidades y de constancia. Nadie nace con suerte; tras ocho años de profunda investigación con cientos de personas afortunadas y desafortunadas, el Dr. Richard Wiseman, psicólogo ingles, colaborador de la BBC de Londres y de los diarios The Daily Telegraph y The Guardian, llegó a la conclusión de que muchas personas saben como atraer y aprovechar al máximo la buena fortuna. El trabajo del Dr. Wiseman implicó la realización de entrevistas con muchas personas consideradas enormemente afortunadas o desafortunadas; encontró que las personas afortunadas, consciente o inconscientemente utilizan cuatro principios básicos para atraer la suerte o para mejorarla o incrementarla.

Para conseguir voluntarios para su investigación, el Dr. Wiseman escribió varios artículos para los diarios, mencionando que estaba llevando a cabo una serie de investigaciones y que necesitaba personas que se consideraran con suerte y sin ella interesadas en participar en el estudio. A lo largo de los ocho años se formó un grupo de varios cientos de hombres y mujeres de todas las edades. El más joven es un estudiante de dieciocho años y el más viejo, un contador retirado de ochenta y cuatro. En el grupo se encuentran empresarios, estudiantes, obreros, profesores, amas de casa, mujeres de negocios, médicos, secretarias, vendedores y enfermeras. Con ayuda de este excepcional grupo, poco a poco, descubrió los “secretos” de la suerte:


* Las personas con suerte buscan constantemente y encuentran oportunidades a lo largo de su vida.
* Las personas con suerte están bien relacionadas y conocen gente que de una manera u otra les favorecerá para que les vaya bien.
* Las personas afortunadas descubren en periódicos, libros y revistas, oportunidades interesantes y por ello la “casualidad” siempre les es favorable. En cambio. Las personas sin suerte rara vez tienen éstas experiencias o, si las tienen, les pasan sin darse cuenta de ello.
* La gente con suerte tiene sueños, ambiciones y objetivos, le pone acción a sus deseos y por ello, tiene la capacidad para convertirlos en realidad. Para la gente sin suerte, los sueños y ambiciones se quedan solamente en una ilusión difícil de conseguir.
* La gente con suerte tiene la capacidad de convertir su mala suerte en buena. Si la mala suerte aparece, ellos se mantienen firmes y no se dejan abatir. Las personas sin suerte carecen de ésta habilidad y su actitud ante la mala fortuna lo único que consigue es acentuarla aún más.



Las diferencias entre los dos grupos de gente, con suerte y sin suerte, son impresionantes, ¿Por qué tiene que ser así? En sus experimentos, el Dr. Wiseman ha demostrado que la suerte no está conectada con la capacidad psíquica o la inteligencia. Además, en la investigación se incluyó un experimento con la lotería inglesa, la cual es muy similar al Melate de México y dicha investigación arrojó que cuando se trata de acontecimientos aleatorios, aunque las expectativas de ganar de la gente que se considera afortunada son más altas de la gente que se considera sin suerte, tales expectativas cuentan poco. Alguien que tenga mucha confianza en que va a ganar, tendrá la misma probabilidad de ganar que el que tiene muy poca confianza en ello. Sin embargo, afortunadamente, la vida no es como la lotería. Siempre nuestra actitud influye en los acontecimientos, nuestra resistencia al fracaso y nuestra tenacidad para el éxito marcan la diferencia entre los que tienen suerte y los que carecen de ella y la forma en que nos relacionamos con los demás o como los demás se relacionan con nosotros también es muy importante.

Las personas con suerte propician su buena estrella, la vida de la gente con suerte está llena de oportunidades, lo que le sucede a las personas con suerte es el resultado de la actitud psicológica de este tipo de personas, la forma en que piensan y se comportan las hace más propensas a crear oportunidades, a verlas o a forzarlas. Las personas afortunadas crean y mantienen una sólida “red de suerte”. Se ha comprobado que las personas con suerte son más extrovertidas que las que se consideran desafortunadas; como se señaló anteriormente, las diferencias entre los dos grupos son enormes. La gente con suerte sonríe el doble de veces que la gente sin suerte y su mirada es mucho más franca y directa. Quienes tienen suerte muestran un lenguaje corporal más abierto, miran de frente, no cruzan los brazos ni las piernas y a menudo hacen gestos con las manos abiertas. La gente con suerte utiliza un lenguaje corporal abierto el triple de veces que las personas sin suerte, en consecuencia, mantienen un grupo mucho más numeroso de amigos y conocimientos que la gente sin suerte.

En sus investigaciones, el Dr Wiseman consiguió identificar las cuatro grandes diferencias entre una vida con suerte y sin suerte, son cuatro principios: maximizar oportunidades, seguir las corazonadas, tener expectativas positivas y cambiar el signo de la suerte. Estos principios se subdividen en doce principios; conocerlos nos permite conocer también lo que es la suerte. No hay nada más práctico que una buena teoría, la teoría en la que descansan estos principios y la práctica para incorporarlos a nuestra vida, nos puede hacer afortunados si no lo somos, o darnos más suerte si es que ya la tenemos.

Estimada lector(a), su futuro no está escrito, nadie está destinado a experimentar una cantidad determinada de buena o mala suerte, usted puede cambiar y puede aumentar considerablemente las veces en que se encuentre en el lugar apropiado en el momento oportuno. En lo que se refiere a la suerte, el futuro está en sus manos y comienza a partir de este momento. Hagamos caso del proverbio persa que dice “Corre a despertar tu suerte”.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Michelle Nielsen: "El poder de la intención sanó a mi hijo"

Entrevistas - 20/11/2008 9:01 - Autor: Gaspar Hernández - Fuente: El Periódico
V
Fuente: http://www.webislam.com/?idt=11504


Michelle Nielsen<br />Foto: JOSEP GARCIA
Michelle Nielsen
Foto: JOSEP GARCIA
Usted aplicó la llamada ley de la atracción a su hijo.
Sí. Prefiero decir que creo mis realidades. Mi hijo nació tres meses prematuro, en condiciones dramáticas, pesando 800 gramos. Los niños que nacen tan pequeños a veces pueden tener problemas cuando empiezan a desarrollarse. El médico nos dijo que podría sufrir parálisis cerebral o problemas neurológicos, y ser sordo, ciego o mudo.
Unas expectativas durísimas.
Sí, y una bomba de relojería, porque nunca sabes cuándo puede frenarse su desarrollo, hasta que sucede. A los 4 años casi no hablaba, de- cía cuatro palabras y tartamudeaba hasta 20 veces para pronunciar una palabra tan simple como leche. La profesora me dijo que no progresaba, que andaba como un bebé y que se pasaba el rato mirando el cielo, sin jugar con el resto de los niños. No podría seguir en aquella escuela. Yo estaba destrozada.
¿Y qué hizo?
Un día, practicando mi meditación diaria, se me ocurrió usar el sistema para crear realidades que hacía 10 años que investigaba. Es el mismo sistema que he usado para conseguir todo lo que he conseguido en mi vida.
¿Por ejemplo?
Un buen negocio, una buena casa o un buen marido.
(...)
Lo puse en práctica y, al cabo de muy poco, empezaron las mejorías. Mi hijo paró de tartamudear y se convirtió en uno más. Pasó de curso, pero, como en el colegio no se lo creían, lo mandaron al psicólogo. Las pruebas fueron excelentes. Ahora está muy bien. ¡Habla tres idiomas a la perfección! Hace deporte, dibuja y es como cualquier otro chico. Ningún médico creía que eso fuera posible. Puedo afirmar que el poder de la intención sanó a mi hijo.
¿Cree en los milagros, o en Dios?
La palabra Dios tiene mucha carga y es limitada. Creo que hay algo, una inteligencia universal. El mundo no se creó por casualidad.
Los críticos con discursos como el suyo dicen que es peligroso, porque nos lleva a creer que todo depende de nosotros, incluso las desgracias.
A todo el mundo le pasan cosas malas. Ante los traumas, uno puede cambiar su actitud ante la desgracia. Si te ocurre algo malo y te quedas instalado en ello en vez de intentar superarlo, vas a atraer más negatividad.
Resuma su método.
Bebe de todas las tradiciones, pero no lo he inventado yo: solo lo he investigado durante 10 años. Sirve para conseguir todo lo que uno quiere en la vida. La idea es usar todo el cerebro, y no solo nuestra parte ana- lítica, que es la que la sociedad potencia. Al final de su vida, Albert Einstein se consideraba más artista que científico. Él es un buen ejemplo de alguien que utilizaba todo su cerebro.
¿Cuál es el primer paso?
Saber lo que queremos y pedirlo con claridad. Hay muchas personas que quieren ser felices, pero cuando les preguntas lo que quieren de la vida, te dan respuestas muy generales. Hay que especificar lo que quieres exactamente. Y entonces lo visualizamos, aunque la petición parezca desmesurada.
¿Pide usted de todo?
Sin duda. Ya le he contado el ejemplo de mi hijo. A partir de ahí, nos despreocupamos de cómo el universo lo llevará a cabo.
¿El segundo paso?
Es la fase práctica. No solo es cuestión de pedir: también se tiene que trabajar hacia ello, con pequeños pasos. Conseguir lo que quieres requiere esfuerzo. Cuando trabajas hacia algo que te ilusiona, aunque trabajes duro, no parece que trabajes. Estás haciendo acciones inspiradas y el tiempo pasa rápido.
¿Y si no creo que sea posible lo que pido?
Tienes que reprogramar tu cerebro con afirmaciones positivas. Si repites una frase 3.000 veces, ya tienes, como si dijéramos, un nuevo programa. Pero no siempre es tan fácil: a veces son necesarias otras ayudas, como ir al psicólogo, si estamos hablando de problemas emocionales serios.
¿Y la tercera?
La parte cuántica. Es la más importante y poderosa. Con profundos estados de relajación, empezamos a disfrutar la realidad que queremos crear como si ya la tuviésemos. El lóbulo frontal del cerebro, en estos estados, no distingue la realidad de la fantasía. Es una oportunidad de acceder al subconsciente.
¿Y consiguió a su marido con este método?
Sí. Visualicé exactamente cómo me gustaría que fuese, física y mentalmente, y qué virtudes debería tener. Lo escribí en un diario y, al cabo de muchos años, encontramos aquel papel en una caja. Mi marido lo leyó. ¡Era clavado a la persona que yo había imaginado!

sábado, 18 de septiembre de 2010

PSICOTRONICA



La Psicotrónica es el término bajo el que se agrupan algunas de las técnicas utilizadas en la parapsicología para interpretar algunos fenómenos paranormales de acuerdo con las teorías del bioelectromagnetismo. Se basa en la utilización de un tipo de energía que se produce supuestamente por la interacción de energías psíquicas y atómicas. Las primeras provenientes del psiquismo de los seres vivos y las segundas del bioplasma o campo estructurados de las formas.

En la actualidad el término es usado principalmente por grupos teosóficos y de aficionados a las ciencias ocultas y el esoterismo.

La palabra "psicotrónica" habría sido usada por primera vez con su acepción moderna por el parapsicólogo francés Fernan Clerc en 1955, quién la definió asimilándola al fenómeno de la telepatía y la telekinesia, como "les phénomènes dans lesquels l’énergie est dégagée par le processus de la pensée ou par la pulsion de la volonté humaine".1 Entre 1967 y 1968 se organizó en Praga un grupo de parapsicólogos que popularizarían el uso de la palabra "psicotrónica" como sinónimo de parapsicología en los países del Este de Europa, bajo la dirección de Zdnek Rejdak y Jaroslav Stuchlik entre otros y en 1973 se realizó en la misma ciudad un Congreso de Psicotrónica, en el que se constituyó una sociedad de "investigación psicotrónica".2 En esta sociedad la psicotrónica fue definida como "la ciencia que, de manera interdisciplinar, estudia las áreas de interacción entre los individuos y su medio interno y externo así como los procesos energéticos relacionados. La psicotrónica considera que la materia, la energía y la conciencia están ligadas entre ellas. El estudio de esta interconexión contribuye a una nueva comprensión de las capacidades energéticas del ser humano, de los procesos vitales así como de la materia en su sentido más amplio".2

Un supuesto estudio realizado durante la guerra fría por el Ejército Norteamericano sobre los Factores que pueden influenciar la vitalidad y actuación de los artilleros, la define como la proyección o transmisión de energía mediante disciplina y control mental individual o colectivo, o bien a través de un dispositivo emisor, una especie de perturbador mental. El informe añade que "la URSS parece haber hecho logros significativos en el desarrollo de armas psicotrónicas que pueden afectar seriamente la capacidad combativa".3

En la década de 1980, tras la aparición de la película The Psychotronic Man y del fancine Psychotronic Video el término empezó a ser utilizado en occidente también como sinónimo de película de serie B.

Descripción

La unidad de energía considerada es el “psicotrón”, inspirado en el concepto dual de Louis de Broglie con respecto al electrón, el que según el científico tiene existencia dual: como onda y como partícula. Pasa a ser un concepto triádico representativo de las interacciones de la mente con el cuerpo y la energía que éste produce. Para la psicotrónica, la mente, la conciencia y la energía están interligadas y se interfieren mutuamente.
Esta energía teórica microcósmica no ha sido definida claramente, pero algunos autores vinculados al esoterismo han realizado diversas propuestas.
El poder psicotronico no es mas que la manipulacion de la energia psiquica efocandola en las manos o en los ojos para darle algun fin.
unos de las maneras conocidas de utilizar la energia psicotronica es el masaje reiki, los famosos hipnotizadores tambien la utilizan con su mirada.

Con esta energia se puede tranquilizar a una persona enojado o angustiada, y hasta si lo dominamos en su totalidad podemos hasta apaciguar un dolor.

El hecho de utilizar la energia psicotronica es un don que todos llevamos pero nadie se preocupa en desarrollarlo.
les paso un par de ejercicios para que vean si tiene resultados, a mi me funciono un poco pero falta paciencia.
Primero Relajacion
(esta informacion es sacada de un libro que no recuerdo el nombre por que le faltan varias hojas y tambien la tapa, pero el libro es confiable).

En la magia psicotrónica, el primer paso para trabajar con la energía psíquica es la relajación. Hay personas que tienen una natural predisposición para relajarse.

Otras, en cambio, llegan a tensionarse más cuando lo intentan. Lo ideal para usar la energía psicotrónica es poder llegar al nivel alfa – 7 a 14 pulsaciones por minutos-.

El punto medio de este registro -10,5 pulsaciones, es el de más elevada relajación. Para acceder a este estado de relajación, debe cumplir con estos pasos.

1- Mire un punto por sobre su línea normal de visión. Mantenga la cabeza derecha con los ojos vueltos hacia arriba.

2- Siéntese con los ojos cerrados. Sea consciente de que con cada respiración se relaja.

3- Tome conciencia de su cuero cabelludo. Relaje tejidos y músculos. Luego vaya haciendo lo mismo con la frente, los ojos, las mejillas, la boca, la mandíbula, el cuello, los hombros, los brazos, y así hasta llegar a los dedos de los pies.

4- Inspire profundamente, y al espirar dese instrucciones: “Relájate más profundamente”…

5- Visualícese acostado sobre la arena en una playa, escuchando el rumor de las olas. Cuente desde 15 hasta 1, dejando pasar unos 5 o 6 segundos entre cada número, mientras visualiza que todo vuelve hacia una oscuridad reparadora y relajada. Cuando llegue al 1, estará relajado por completo.

ALFA INSTANTANEO

Una vez que acceda a un estado de relajación y lo domine, deberá elegir una Palabra Secreta. Será su “clave de acceso” al estado alfa. Luego, proceda de este modo:

1- Realice los pasos de la relajación.

2- Al terminar, diga: Puedo alcanzar este estado de prenda relajación en cualquier momento en el futuro, con sólo decir esta palabra: ( diga la Palabra Secreta ).

3- Cuente hasta 3 y abra los ojos. Se sentirá plenamente despierto, lleno de energía y en perfecto entusiasmo.

Tras practicar este ejercicio, logrará alcanzar el estado de relajación con solo cerrar un rnomento los ojos y pronunciar su Palabra Secreta. Cuando haya logrado esto, puede pasar a la siguiente fase:

LA ENERGIA EN LOS OJOS


Para lograr que la energía luminosa potencie el poder de sus ojos, realice estos ejercicios:

1.- Siéntate bajo la luz solar, de espaldas al sol, con los ojos cerrados.

2.- Visualiza al sol fluyendo por el cuerpo desde la coronilla hasta los pies, sabiendo que nunca cada célula de su organismo.

3.- Abra mucho los ojos y ciérrelos inmediatamente, muchas veces.

4.- Sienta el resplandor del sol fluyendo sobre su nuca y saliendo ´por sus ojos, dando energía a cuanto ve, beneficiando todo aquello que tu vista alcanza. Termina la sesión tras tres o cuatro minutos.

Repite varios días ese entrenamiento y estarás listo para sacar provecho de tu poder psicotrónico.


USE EL PODER DE LA LUZ

Se puede emplear la energía psicotrónica para controlar a voluntad el poder de la luz con ayuda de los ojos y así estimular a otra persona para que reaccione como usted lo espera y recibir de ella o suministrarle la ayuda que necesite.

El otro requisito es que elija usted un lugar donde pueda concentrarse a solas y que será el escenario de sus sesiones. Entonces puede desarrollar la siguiente técnica:

1- Enciérrese en su “habitación especial”.

2- Relájese profundamente mediante su Palabra Secreta.

3- Vea a la persona sobre la que quiere influir. Visualícela parada unos metros
delante de usted.

4- Vaya aumentando el tamaño de la imagen de la persona hasta que pueda verle claramente los ojos.

5- Mire a la persona fijamente a los ojos, abriendo mucho los suyos al hacerlo. Mantenga esa posición, y explique claramente qué quiere que esa persona haga y por qué. En esta explicación debe usted ser lógico y razonable.

6- Vaya alejando de sí y achicando la imagen visualizada de la persona, hasta que vuelva al lugar de donde partió. Repita esta técnica durante varios días. Muy pronto empezará a notar los cambios en la persona influida. El poder de la energía psicotrónica sólo es controlable mediante poder psicotrónico, pero como la mayoría de las personas ni siquiera saben que lo tienen, su influencia sin duda será exitosa y obtendrá lo que buscaba de esa o esas personas.

sábado, 7 de agosto de 2010

La testarudez de la mente y la resistencia al cambio

Fuente : http://www.mentat.com.ar/testarudez-de-la-mente.htm

La mente humana es perezosa. Se auto perpetúa a si misma, es llevada de su parecer y con una alta propensión al auto-engaño. En cierto sentido, creamos el mundo y nos encerramos en él. Vivimos enfrascados en un diálogo interior interminable donde la realidad externa no siempre tiene entrada. Buda decía que la mente es como un chimpancé hambriento en una selva repleta de reflejos condicionados. Tu mente, al igual que la mía, es hiperactiva, inquieta, astuta, contradictoria. La mente no es un sistema de procesamiento de la información amigable, predecible y fácilmente controlable, como ocurre con muchos computadores; nuestro aparato psicológico tiene intencionalidad, motivos, emoción y expectativas de todo tipo. La mente es egocéntrica, busca sobrevivir a cualquier costo, incluso si el precio es mantenerse en la más absurda irracionalidad.

Carlos, un joven de 17 años, cree que su cara se parece a una vejiga porque, según él, el cuello es demasiado ancho respecto de la cabeza. Carlos no está loco ni sufre de daño neurológico alguno, sin embargo, se detesta y se ve monstruoso cada vez que mira su imagen en el espejo. Cuando se le midió la proporción cabeza-cuello para "demostrarle" que estaba dentro de los parámetros normales, rechazó enfáticamente el procedimiento. Dijo que las estadísticas estaban equivocadas y que el terapeuta pretendía engañarlo para evitarle el sufrimiento. Carlos padece un trastorno dismórfico corporal, cuya característica es una distorsión de la auto imagen expresada como: "Preocupación por algún defecto imaginado o exagerado del aspecto físico". De más está decir que Carlos no tiene ningún defecto físico.

En estos casos, el error en la percepción de la imagen corporal es evidente para todos, menos para quien padece el trastorno, que se empeña en defender su punto de vista aun a sabiendas de que tal creencia le está destruyendo la vida.

La pregunta que surge es obvia: ¿Por qué en determinadas situaciones continuamos defendiendo actitudes negativas y autodestructivas a pesar de la evidencia en contra? ¿Por qué permanecemos atados a la irracionalidad pudiendo salimos de ella? Anthony de Mello decía que los humanos actuamos como si viviéramos en una piscina llena de mierda hasta el cuello y nuestra preocupación principal se redujera a que nadie levantara olas. Nos resignamos a vivir así, limitados, atrapados, infelices y relativamente satisfechos, porque al menos mantenemos los excrementos en un nivel aceptable. Conformismo puro. La revolución psicológica verdadera sería salirnos de la piscina, pero algo nos lo impide, como si estuviéramos anclados en un banco de arena movediza que nos chupa lentamente. El pensamiento que nos prohíbe ser atrevidos y explorar el mundo con libertad está enquistado en nuestra base de datos: "Más vale malo conocido que bueno por conocer". La piscina.

La mayoría de las personas mostramos una alta resistencia al cambio. Preferimos lo conocido a lo desconocido, puesto que lo nuevo suele generar incomodidad y estrés. Cambiar implica pasar de un estado a otro, lo cual hace que inevitablemente el sistema se desorganice para volver a organizarse luego asumiendo otra estructura. Todo cambio es incómodo, como cuando queremos reemplazar unos zapatos viejos por unos nuevos. Teilhard de Chardin consideraba que todo crecimiento está vinculado a un grado de sufrimiento. El cambio requiere que desechemos durante un tiempo las señales de seguridad de los antiguos esquemas que nos han acompañado durante años, para adoptar otros comportamientos con los que no estamos tan familiarizados ni nos generan tanta confianza. Crecer duele y asusta.

La novedad produce dos emociones encontradas: miedo y curiosidad. Mientras el miedo a lo desconocido actúa como un freno, la curiosidad obra como un incentivo (a veces irrefrenable) que nos lleva a explorar el mundo y a asombrarnos.

Aceptar la posibilidad de renovarse implica que la curiosidad como fuerza positiva se imponga a la parálisis que genera el temor. Abandonar las viejas costumbres y permitirse la revisión de las creencias que nos han gobernado durante años requiere de valentía.

Ahora bien, podemos llevar a cabo la ruptura con lo que nos ata de dos maneras: (a) lentamente, en el sentido de desapegarse, despegarse, o (b) de manera rápida, lo cual implica "acepto lo peor que podría ocurrir" de una vez por todas, en el sentido de soltarse, saltar al vacío, jugársela sin anestesia.

Las teorías o las creencias que hemos elaborado durante toda la vida sobre nosotros mismos, el mundo y el futuro se adhieren a nuestra psiquis, se mimetizan con todo el trasfondo informacional y las convertimos en verdades absolutas. Les hacemos demasiado caso a las creencias que nos han inculcado de pequeños. Si toda la vida te han dicho que eres un inútil, es probable que tu mente se crea el cuento y organice una base de datos sólida alrededor de la incompetencia percibida. Entonces, decir: "Soy inútil" es mucho más que una opinión, es una revelación convertida en dogma de fe. El slogan educativo con los años se convierte en un mandato difícil de ignorar:"Si mis padres y amigos me lo dicen, por algo es". Así nace el paradigma, es decir, la certeza incontrovertible de que soy como me han dicho que soy.

Desde pequeña, Clara siempre había sido considerada la "menos capaz de la familia", tanto por sus hermanas como por sus padres y maestros. La mujer no había sido disciplinada, estudiosa y acatada como esperan la mayoría de los centros educativos, sino más bien hiperactiva e impulsiva. A sus treinta años, se mostraba distraída, rebelde y poco convencional. Su espíritu creativo e inquieto la había llevado a estudiar artes plásticas y danza, mientras sus dos hermanas habían preferido carreras más tradicionales. Para orgullo de su padre, un empresario exitoso y de gran reconocimiento social, la hermana menor había estudiado ingeniera de sistemas y la mayor había obtenido una maestría en administración de negocios.

Clara no era precisamente una oveja negra, pero sí parecía de otra familia. Se vestía de manera extravagante, le gustaba la Nueva Era, leía poesía, no se había casado y tenía actividades que su núcleo familiar consideraba como "poco normales".

En cierta ocasión participó en una manifestación a favor del matrimonio entre homosexuales, lo que llevó a su madre a pensar que necesitaba ayuda psicológica y le consiguió una cita con un psiquiatra que además era cura.

Clara incorporó desde su temprana infancia mensajes negativos relacionados con su desempeño y desarrolló un esquema de incapacidad con el cual luchaba de tanto en tanto sin mucho éxito. En cierta ocasión el padre de Clara me manifestó su preocupación ante la posibilidad de que ella sufriera de ciertas limitaciones intelectuales.

Si el esquema de inseguridad permanecía desactivado, se aceptaba a sí misma de manera incondicional, era alegre y derrochaba sentido del humor. Pero si el esquema negativo se activaba (por ejemplo, si fracasaba en algún proyecto o si alguien la comparaba con su hermanas o si su padre la ignoraba) dejaba de ser la mujer feliz y chispeante para convertirse en una persona insegura, retraída e irritable. Cuando la idea de incapacidad se imponía, no había razones ni argumentos que la pudieran hacer cambiar de opinión. En esos momentos "oscuros", como ella los llamaba, dudaba de todo y pensaba que su vida no tenía sentido, buscaba desesperadamente la aprobación de su padre y odiaba a sus hermanas.

Un día cualquiera un acontecimiento inesperado modificó la relativa calma familiar: le diagnosticaron cáncer de próstata al padre de Clara. Su madre y las dos hermanas se derrumbaron. La ingeniería de sistemas y los negocios internacionales no podían hacer mucho para ayudar al pobre hombre. Contra todo pronóstico, fue Clara quien le puso el pecho a la adversidad y lideró la cuestión.

Durante el año y medio que duró el tratamiento, la "hija limitada" se convirtió en el principal soporte afectivo de la familia. Les enseño a meditar, impuso la sana costumbre de expresar emociones y defendió el derecho del enfermo a saber la verdad. Se entendió con los médicos y con la depresión de su padre, estudió el tema del cáncer a profundidad y "gerenció" todo el proceso de cura. En fin, Clara mostró que tenía el don de una "fortaleza amable" y una excelente aptitud para enfrentar las situaciones difíciles, una cualidad que había pasado desapercibida para todos, incluso ella misma. Lo más interesante es que por primera vez actuó sin buscar la aprobación de nadie. Su argumento era concluyente: "Me nace".

Las situaciones límite siempre nos confrontan y si somos capaces de aprovecharlas, podemos revisar nuestra mente a fondo. Las situaciones límite pueden hundirte o sacarte a flote, conformar un síndrome de estrés postraumático o formatear el disco duro. Las creencias más profundas se tambalean cuando nuestras señales de seguridad desaparecen, y allí el cambio es inevitable.

Después de la dolorosa experiencia, el esquema de ineficacia de Clara perdió fuerza. De manera similar, el estereotipo familiar de creerla "muy rara" desapareció y fue reemplazado por una actitud más positiva y respetuosa frente a ella. Pese a las mejorías, Clara pidió ayuda profesional y su auto eficacia subió como espuma. La terapia logró instalar un nuevo esquema adaptativo: "Soy capaz, el mundo no es tan crítico como pensaba, y si lo fuera ya no me importa. Mi futuro está en mis manos, en buenas manos".
La conclusión parece obvia: nos convencemos de lo que somos, asumimos el papel que el medio nos asigna como si fuéramos ratones de laboratorio.

Pero cabe la pregunta: ¿Y si no hubiera situaciones límite que nos precipiten al cambio? ¿Si nuestra vida se quedara anclada a la rutina y a la resignación de sufrir por sufrir? Sencillo y complejo a la vez: debemos crear nosotros mismos las condiciones límite. Hay que crear la capacidad de pensarse y repensarse a la luz de nuevas ideas. Los procedimientos psicológicos más eficientes para que el cambio se genere consisten en llevar al paciente de manera adecuada y responsable, a enfrentar lo temido, lo desconocido o lo inseguro. Es allí, durante la exposición en vivo y en directo, que la realidad se encarga de actualizar nuestro software, de curarnos, de ponernos en el camino de la racionalidad y enderezar la distorsión.

Una vez las creencias se organizan en la memoria, las defendemos a muerte, no importa cuál sea su contenido. Quizás ésta sea la base de la irracionalidad humana. Dicho de otra forma: una vez instaladas las creencias, defendemos por igual las saludables y las no saludables, las racionales y las irracionales, las correctas y las erróneas, aun cuando nuestro lado consciente piense lo contrario.

¿Por qué no somos capaces de descartar lo inútil, lo absurdo o lo peligroso de una vez? Siguiendo a Krishnamurti, si vemos un precipicio no necesitamos hacer cursos de Precipicio I, Precipicio II y Precipicio III para concientizarnos del riesgo. El hecho se impone, la percepción directa es suficiente: vemos el peligro y no dudamos en retirarnos, "entendimos", y punto. ¿Por qué entonces en la vida cotidiana caemos tantas veces por el precipicio? ¿Por qué repetimos los mismos errores? ¿Por qué nos cuesta tanto asumir una actitud racional frente a los problemas? ¿Somos masoquistas, ignorantes o testarudos?

Recuerdo a un señor que temía tragarse la lengua. Dormía sentado, sólo se alimentaba de líquidos y apenas lograba comunicarse con los demás, pues trataba de mantener la lengua quieta (¡el órgano más móvil de nuestro cuerpo!). Como tal objetivo era prácticamente imposible de alcanzar, el señor se sentía todo el tiempo al borde de una muerte por asfixia. El pensamiento automático que lo invadía una y otra vez era terrible: "Si me trago la lengua, moriré". Obviamente el temor formaba parte de un síndrome más complejo que no detallaré aquí. Lo que me interesa señalar es que ninguna explicación lógica y racional sobre la imposibilidad de tragarse la lengua funcionó. La única estrategia que mostró resultados positivos fue exponerse a lo temido: "¡Tráguese la lengua, inténtelo, a ver si es capaz!" Después de varios ensayos infructuosos, la retroalimentación fue concluyente: "Sí, usted tenía razón, no puedo", dijo evidentemente aliviado.

¿Qué proceso intervino para que mi paciente finalmente lograra modificar su creencia irracional? La realidad, ella se impuso de manera correctiva, los hechos le mostraron de manera irrefutable lo absurdo de su creencia. Una experiencia vital vale más que mil palabras (o muchas horas de consulta). La información que llega de la experiencia directa es mucho más terapéutica que la teoría, aunque las dos son necesarias. Como veremos en la tercera parte del libro, la primera es la fuente de la sabiduría y la segunda, el fundamento de la erudición. Conozco muchas personas desbordantes de conocimiento científico pero sin sentido común.

El camino es aquietar la mente e inducirla a que se mire a sí misma de manera realista. Una mente madura, equilibrada y que aprenda a perder. Una mente humilde, pero no atontada. Una mente abierta al mundo, vigorosa y con los pies en la tierra.

Walter Riso, Extractado de Pensar bien, sentirse bien
 
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lunes, 2 de agosto de 2010

EL ESTADO DE ANIMO DE LAS EMPRESAS

Posted by Redacción under Empresas , Recursos Humanos


1 Comment

Un artículo de Mariano

Victoria trabajaba en una importante empresa en atención al Cliente, su jornada laboral era de 8 horas diarias aunque a ella le parecían interminables. Si bien trabajaba rodeada de amigas y compañeras de estudios, el ambiente no le resultaba agradable, no se sentía cómoda ni escuchada por sus superiores.

Habitualmente recibía capacitación y tenia todo muy bien aprendido, Ej.: Como responder ante determinados reclamos del Cliente, como evitar engancharse en las discusiones y muchas otras técnicas mas, pero igual sentía que “algo” le estaba faltando.

Además era muy habitual que al llegar a su casa, ese “mal humor” generado en el trabajo, seguía acompañándola, aunque muy pocas veces se daba cuenta de ello. Salvo cuando alguna amiga o su novio se lo hacían notar.

Que le pasaba a Victoria que lejos de estar “disfrutando” de su trabajo, lo estaba “padeciendo” ?.

Al igual que a ella, a muchas de las personas les cuesta no “engancharse” emotivamente con ciertas conversaciones.

Cuando hablamos de emocionalidad, podemos distinguir entre dos tipos de fenómenos : Las emociones y los estados de ánimo.

Tomando el caso de Victoria, por la mañana cuando llegaba a su trabajo venía con muchas ganas de comenzar el día, planificaba que actividades haría después de su jornada laboral, coordinaba con sus compañeras de estudio alguna salida para el fin de semana. podríamos afirmar que su estado de ánimo era de optimismo, de pronto, atendía un reclamo de esos que no podía manejar y en un momento determinado, gatillado por ese evento que interrumpía el “fluir de la vida”, cambiaba temporalmente su predisposición a la acción.

Distinguimos así un estado de ánimo, el optimismo, de una emoción, la bronca.

Cada vez que experimentamos una interrupción en el fluir de la vida se producen emociones.

Los estados de ánimo son predisposiciones para la acción, vivimos inmersos en estados de ánimo, dondequiera que estemos y dondequiera que habitemos.

Una vez que nos encontramos dentro de un determinado estado de ánimo, nos comportamos de acuerdo a lo que se espera de él.

También es verdad que los estados de ánimo nos tienen a nosotros, “nos convertimos en nuestros estados de ánimo”.

Cuando los reconocemos, significa que ya estamos sumergido en ellos.

Pero no solamente las discusiones o altercados nos generan distintas emociones, podemos hablar también que los ciclos climáticos provocan estados de ánimo, las personas tienden a estar de distinto humor en primavera que en invierno.

Los días de la semana provocan diferente estados de ánimo. El humor de las personas los días lunes es muy diferente a la de los Viernes o sábados.

También se asocian las diferentes edades, distintas geografías, etc.

Si nos ponemos a pensar que fue lo que hemos mencionado hasta aquí, fue ni mas ni menos que especificar el “juicio” de posibilidades que realiza una determinada persona ( observador ).

El lunes no tiene una emocionalidad diferente del Viernes. Es siempre la persona quien establece una diferencia entre ambos y es el observador quien asocia un espacio de posibilidades diferente dentro de una determinada comunidad. La emoción pertenece al observador.

Nuestros estados de ánimo son como lentes a través de los cuales observamos el futuro. Si estamos de buen ánimo, el futuro se verá brillante. Si No estamos de buen ánimo el futuro se verá negro.

Desde la mirada del coaching ontológico, el estado de ánimo es un fenómeno contextual que ocurre independientemente de nosotros, convirtiéndose en una predisposición para el futuro.

Si creyéramos que los estados de ánimo son causados por las circunstancias, entonces, reaccionaríamos a ellas para mejorar nuestros estados de ánimo.

Por el contrario, cuando hacemos esto, estamos resistiendo la manera que es y nuestras acciones se vuelven “reacciones”.

A menudo nos encontramos tan impotentes para cambiar nuestros estados de ánimo y los de otras personas, que ni siquiera nos hacemos responsables de los estados de ánimo que nosotros mismos creamos.

Si alguien se queja del estado de ánimo que traemos al trabajo podemos decir “Y bueno así es como soy Yo y nada puedo hacer para cambiarlo”. Esa actitud de tómalo o déjalo puede traer consecuencias desastrosas, no solo en los negocios sino en nuestras relaciones personales, en la vida familiar, etc.

Podemos diseñar nuestros estados de ánimo ?

Me gusta definir al “líder” como aquella persona que puede contagiar estados de ánimo y desde esta definición, lo que el Coaching Ontológico puede proponer es la facilitación del Diseño de los estados de ánimo de cada integrante de la empresa para crear un estado de ánimo grupal que facilite lograr los resultados esperados.

Y como manager de la empresa posibilitar, si es que hasta el momento no lo ha hecho, en dar el espacio necesario para que cada uno de los empleados “sea” de una manera que hasta ahora no se le posibilito.

Facilitar espacios de escucha para comprender que le esta pasando a la otra persona, no pretender que lo que Yo observo es lo que esta pasando.

Preguntar….preguntar…….y preguntar. La pregunta es la herramienta mas importante que tenemos como Coaches, no suponer que esto que esta pasando es “obvio”.

Convertirnos en observadores de nuestros estados de ánimo, ello significa identificarlos como estados de ánimo y no atribuirlos al mundo o como “ así son las cosas “.

Entender que no somos responsables de los estados de ánimo en que nos encontramos. Simplemente estamos en él, eso nos permitirá intervenir más fácilmente y no resistirnos.

Sin embargo aunque no seamos responsables de nuestros estados de ánimo somos responsables de permanecer en él.

Cuidarnos de las historias que nos hemos contado en torno a nuestros estados de ánimo.

Tendemos a encontrar adecuados nuestros estados de animo y podemos dar infinitas razones del enorme sentido que tiene el estar en el estado de ánimo en que nos encontramos.

Es tarea del Coach Ontológico facilitar a las personas a que amplien su mirada, a relacionarlos y/o enseñarles a diseñar sus estados de ánimo de una manera en que les abra posibilidades, escucharlos generosamente para interpretar desde que estructura de pensamiento esta haciendo lo que hacen y asistirlos en descubrir una nueva manera de lograr aquellos resultados que por si solos no estaban pudiendo lograr.

“IMPOSIBLE ES SOLO UNA PALABRA QUE USAN LOS HOMBRES

DEBILES PARA VIVIR FACILMENTE EN EL MUNDO QUE SE LES DIO,

SIN ATREVERSE A EXPLORAR EL PODER QUE TIENEN PARA CAMBIARLO”.

Fuente: http://bitacora.webspacemania.com/2006/08/

POSTED BY DANIEL AT 2:56 PM 0 COMMENTS

MIEDOS :: El látigo de los amos

El miedo es es el más poderoso de los mecanismos para influir en la conducta de las personas. Se fabrica a medida de las élites que gobiernan. La instalación de “peligros” libera partidas presupuestarias y genera “consenso” para todo tipo de fines.


El premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel, en un artículo, narra un cuento Sufi: “Iba la Peste camino a Bagdad cuando se encontró con Nasdurin, quien le preguntó: ¿A donde vas? ´A Bagdad a matar diez mil personas´. Después de un tiempo, la Peste volvió a encontrarse con Nasdurin, que muy enojado le dijo: ´Me mentiste. Dijiste que matarías a diez mil personas y mataste a cien mil´. Y la Peste respondió: ´Yo no mentí, maté diez mil, el resto…. murió de miedo”.



La anécdota viene al caso porque ahora que se despejó el pánico por la Gripe A es oportuno recordar que las medidas de alerta colectiva que llevaron tanto caos a la vida cotidiana eran, al fin y al cabo, parte de un circo viejo y conocido. La Gripe A, como tantas otras “amenazas”, forma parte de la galería de miedos fabricados industrialmente, en forma sistemática, por los amos del mundo.



La sociedad de los miedos



En “La sociedad de los miedos”, un libro de reciente aparición, Pacho O'Donnell recorre el tema.



Cada capítulo incluye la descripción de un miedo en particular: a ser distinto, a la muerte, a perder lo que se tiene, al futuro, al fracaso, a sufrir, a la locura, a la inseguridad urbana, a la vejez, a la soledad. Algunos conceptos:



- Algunos miedos son exacerbados porque implican una consecuencia comercial muy atractiva. El miedo a la inseguridad genera industrias relacionadas con el blindaje del auto, barrios cerrados, alarmas, guardias privadas.



- El amor al prójimo se reemplazó por el temor al otro que te puede quitar lo que tenés. Se creó un sistema de vida muy paranoico, muy defensivo. Todo se volvió peligroso.



- Las relaciones entran también en el terreno de lo light, son fugaces y huyen de cualquier tipo de compromiso, se desarrollan por medio de mensajes de texto. También cobran dimensión los miedos domésticos, como perder el trabajo, porque hoy el miedo es disciplinante de la sociedad en la que vivimos. Es lo que te lleva a no despegarte del rebaño. A no hacer cosas que no se deban hacer o pensar lo que no se debe pensar.



La sociedad de los miedos se fue configurando lentamente en las últimas décadas, sobre todo a partir de la hegemonía alcanzada por EE.UU y sus socios, y el desarrollo de modernas técnicas de comunicación masiva que permitieron infiltrar los elementos del cóctel de “amenazas y peligros” en cada hogar del mundo.



El miedo es un sentimiento nocivo para nuestra salud. El miedo paraliza, nos afecta y reduce nuestros mecanismos de defensa natural. Pero es el más poderoso de los mecanismos para influir en la conducta de las personas. Por eso los miedos se fabrican a medida de las necesidades políticas y económicas de las élites que gobiernan. La instalación de “peligros” libera partidas presupuestarias y genera “consenso social” para todo tipo de fines: la guerra, la compra de tamiflú o el exterminio de ciertos grupos o individuos.



Los alertas en torno a “amenazas” extorsionan a congresistas, amordazan a la ciencia y sumen en la confusión a los ciudadanos. Es la más sucia de las jugadas mentirosas de los gobiernos, y una de las más difíciles de desarmar, porque los argumentos se inmovilizan y el debate se ubica en el terreno de las emociones. ¿Quién no va a tener el sentimiento instintivo de proteger a su familia? ¿Quién va a reunir suficientes elementos como para desmentir que un hipotético evento futuro NO puede suceder? Y aunque tuviéramos la certeza de que al mal augurio no va a tener lugar, es difícil evitar la angustiante duda: “¿Y si me equivoco y sucede?”



El miedo es un eficaz mecanismo de control social, y se instala mediante la repetición ensorcededora de las noticias.



El mito del caos global



Los ciudadanos corrientes olvidan frecuentemente que los noticieros son una fuente de entretenimiento, no de información. Se diseñan con la lógica de un espectáculo, no de un culto a la verdad. Son un menú atractivo de imágenes y sonidos, no un reflejo de la realidad. Por eso sus temas preferidos deben tener nombres cortos, conceptos simplificados fácilmente transmisibles, y contenidos de alto impacto emocional que emparentan las noticias con las películas de ficción. Un repaso por algunos muy obvios: piratas, delincuencia, gripe aviar, ántrax, abejas asesinas, armas de destrucción masiva, virus KZ2, terrorismo, Bin Laden, Saddam Hussein.



Sólo basta investigar un poco y abstraerse de la atmósfera mental que crean los noticieros para verificar que los verdaderos peligros normalmente no son noticia, ni figuran entre las prioridades de los poderosos. Hay fenómenos simples y antiguos que se llevan millones de vidas cada año:



- La FAO señala que por día mueren en el mundo más de 35 mil niños de hambre.



- Los accidentes de tránsito dejan cada año un saldo de 1,2 millones de muertos y de hasta 50 millones más de personas heridas o discapacitadas.



Nunca he visto una campaña que salga a detener ninguna de estas “amenazas” letales, ni millonarias inversiones, ni tampoco un conteo periodístico día por día en torno a la cantidad de muertos.



Compárese con la cantidad de muertos por Gripe A en el mundo –alrededor del millar- o con las víctimas del “terrorismo global” –tal vez un centenar, en el último año, o muchísimas menos-. Compárese además el presupuesto destinado a “combatir estos flagelos” y la atención pública prestada por parte de los medios y las elites gobernantes. ¿Tiene proporción?



Pino Arlacchi, un sociólogo italiano, en su último libro “El engaño y el miedo” llama "el mito del caos global", a la secuela de previsiones funestas, choque de civilizaciones, amenazas planetarias, reclamos de seguridad y necesidades de defensa -militares o policiales- que atormentan a la humanidad en nuestro tiempo cargando a los individuos de angustias inmotivadas y excesivas. En su libro demuestra con cifras que nuestro mundo es más seguro, más pacífico, más democrático de lo que lo fue antes del último medio siglo. Este mito es el "gran engaño" a que nos someten -con el resultado de mayores gastos públicos, tensiones y angustias personales- los medios, los políticos y los estrategos militares.



El próximo miedo, el que lentamente comienza a gotear en las usinas productoras de noticias, es el fin del mundo en el 2013. Dios nos libre.

Los postulados básicos de la ontología del lenguaje son:

Los seres humanos son seres lingüísticos


El lenguaje es sobre otras cosas lo que hace de los seres humanos el tipo particular de seres que somos. Somos seres que vivimos en el lenguaje. Somos seres sociales. No hay lugar fuera del lenguaje desde el cual podamos observar nuestra existencia.



El lenguaje es generativo

El lenguaje no sólo nos permite hablar "sobre" las cosas: hace que ellas sucedan. Por lo tanto, el lenguaje es acción, es generativo: crea realidades. El filósofo norteamericano John Searle sostuvo que, sin importar el idioma que hablemos, siempre ejecutamos el mismo número restringido de actos lingüísticos: los seres humanos, al hablar, hacemos declaraciones, afirmaciones, promesas, pedidos, ofertas. Estas acciones son universales. No sólo actuamos de acuerdo con cómo somos también somos según actuamos. La acción genera ser. Uno deviene de acuerdo con lo que hace.



Los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a través de él

Al decir lo que decimos, al decirlo de un modo y no de otro, o no diciendo cosa alguna, abrimos o cerramos posibilidades para nosotros mismos y, muchas veces, para otros. Cuando hablamos modelamos el futuro. A partir de lo que dijimos o se nos dijo, a partir de lo que callamos, a partir de lo que escuchamos o no escuchamos de otros, nuestra realidad futura se moldea en un sentido o en otro. Pero además de intervenir en la creación de futuro, los seres humanos modelamos nuestra identidad y la del mundo que vivimos a través del lenguaje.

Más importante que tener razón, son nuestros resultados

Fuente: http://www.psicofxp.com/forums/esoterico.139/1043090-hipercomunicacion-nuevo-descubrimiento-ruso-sobre-adn-3.html


Autor: aguila_kafciano

Hummmm, humildemente quiero aportar un comentario a esta discución que se ha generado. Trataré de no dar la lata.




El tema es que en nuestra cultura actual, querer tener razón e imponer nuestras ideas a otros, es una conducta automatica de origen cultural. Ocurre desde creer que somos nuestra mente, no querernos y cuidarnos, pasando por insultarnos hasta el extremo de tener guerras entre pueblos y asesinarnos.



Y es absurdo, los seres humanos no tenemos acceso directo a la realidad, solo podemos interpretarla, para ello usamos el lenguaje, que no es mas que una codificación, primariamente sonora, (palabras), de todo lo que conocemos.



Con sonidos construimos un mundo virtual en el que representamos la realidad pero no es la realidad, solo es nuestra interpretación de como las cosas son. Y de esa interpretación, de ese MAPA que hacemos (principalmente cuando somos niños), dependen nuestros resultados en la vida.



Una muestra de como la manera en que aprendimos a pensar modela nuestro futuro, la da una estadistica de Paternitas en Chile, que dice:



"De cada 10 presos en la carcel, 8 son hijos de presos".



Nuestra cultura en su devenir, nos ha llevado a creernos que somos nuestra mente (pienso, luego existo), pero no somos nuestra mente, la mente solo es un riñon calculador maravilloso producto de nuestra evolución como animales. Una herramienta que nos permite soñar y crear. Su única deficiencia es que no puede distinguir si la información que procesa es verdadera o falsa.



Pero no somos nuestra mente, somos un cuerpo con emociones, al que le pasó en su evolucionar, un riñon calculador.



Si nos fijamos, como comunidad animal, mucho antes que el lenguaje, nos relacionabamos solo con emociones y esas son las que ya no podemos reconocer en nosotros mismos ni en los demás, solo nos fijamos en lo que decimos linguisticamente y a veces somos muy ciegos a lo que sentimos y a nuestras verdaderas motivaciones. Supieran como era mi carcel mental, bloqueaba mi mundo emocional y corporal, causandome muchas penas, rabias y limitaciones que se reflejaban en mis magros resultados.



A mi me hace sentido ahora, que:

Siento, luego existo.



Cuantos dramas y tragedias han comenzado por nimiedades. Hay algo mas fuerte que la razón y esto es el amor, esa fuerza misteriosa que sostiene la vida. Esa fuerza hace mas importantete y productivo el afecto que la razón. Eso que hace que busquemos la forma de ponernos de acuerdo en vez de destruirnos.



El hecho es que cada persona tiene su mapa de la vida, que le es único y exclusivo, un mapa linguistico y emocional. No extiste ni existirá un mapa igual a otro, y el entender que el mapa de cada cual es legítimo y sin alternativa, algunos lo llaman respeto, otros lo llaman amor.



Más importante que tener razón, son nuestros resultados, y demás está decir que los mejores resultados los obtienen los que aman, es decir, cuidan y se dan a los demás, me nace mencionar los resultados de Jesucristo, Ghandi, Mandela, y tantos más.



Si quieren profundizar en esta visión que transformará al mundo, (su fuerza esta en que nadie es como nació, si no que es como aprendió a ser, y que se puede reaprender) sugiero la lectura del libro "La Ontología del Lenguaje" de Rafael Echeverría, libro que es base de la disciplina del Coaching Ontológico. A mi me cambió la vida, no se si tenga razón, pero si se que soy ahora muy feliz y exitoso, sobre todo sirviendo a los demás en vez de andar pateandoles el trasero. Ase que, quizas sea mejor que apagemos la mente y abramos el corazon.