Fuente: http://www.creaturealidad.com/crecimiento-personal/la-%e2%80%99magia%e2%80%99-de-la-concentracion-mental.html
El cerebro es la herramienta que sirve a la mente para tener su función de instrumento susceptible de captar, interpretar y emitir las ondas del pensamiento en este mundo. Así no se haya aún inventado máquinas que nos permitan evidenciar esto de manera científica como en el occidente se acostumbra, no quiere decir que no sea posible; no porque no hubiese instrumentos susceptibles de medir los rayos ultravioleta, no quiere decir que no existan…
Es por tanto esencial conocerse a fondo y poder afinar de manera adecuada el instrumento que es nuestra mente, para poder sintonizar las frecuencias y ondas de pensamiento que queremos, y para poder también emitir las que así deseamos estén en sintonía con lo que deseamos obtener y lograr.
Se debe entonces propiciar el interés antes que la preocupación. La preocupación no lleva a nada y nunca ha logrado algo importante. Los problemas a venir en el futuro no tienen sentido para el presente. La mayoría de las preocupaciones no se materializan, sin embargo desperdician energía esencial y vital para lograr los objetivos; según las estadísticas, 90 % de las preocupaciones son cosas que no sucederán, y, 10% acerca de cosas sin importancia.
Para eliminar las preocupaciones es importante desarrollar la concentración de los pensamientos. Al concentrarse en eso que queremos lograremos acercarnos. Sabemos que la mente solo puede concentrarse en una sola cosa a la vez. También es importante aprender a concentrarse en pensamientos de carácter positivo y contrario al de las preocupaciones que tenemos en la mente; es mucho más fácil que combatir esos malos pensamientos que no queremos. Así, mientras más intensa y brillante sea la imagen que queremos en nuestra mente, las demás cosas se desvanecerán como algunos dirían ‘por arte de magia’. Al enfocarse en este pensamiento con una mente positiva y correcta, de manera inconsciente lograremos acceder a la manera adecuada de llevar a cabo lo que buscamos.
El deseo interior crece mientras las condiciones internas y externas se vuelven intolerables hasta que el hombre se manifiesta queriendo un cambio que es el mejor camino. Hace por tanto que el hombre logre cosas. Si se transmuta la preocupación e insatisfacción por interés y deseo bajo la forma de esperanza y confianza, los pensamientos cambiarán y la persona se pondrá en sintonía con los demás que están también buscando lo que uno. Se crea un gran flujo de energía positiva enfocada en lo que deseamos haciendo que se unan más y más personas, como un caudal que se nutre de pequeñas fuentes de agua y forman una gran corriente capaz de llegar a donde se dirige sin importar los obstáculos.
El deseo a mayor sea, más fuerza debe tener para atraer su fin u objetivo y así será también la proporción del precio a pagar por lo que se desea. El precio se paga si se desea realmente lo que se quiere lograr (como los prisioneros en la cárcel, y su deseo por escapar). El deseo debe ser lo que realmente la persona quiere y estaría dispuesta a dar todo por ello.
Como punto adicional, se debe también evitar el miedo. El miedo paraliza el deseo. Hay que deshacerse del miedo y la única forma es hacer cosas en pro de lo que deseamos, es decir, tomar decisiones. Al enfrentar las dificultades el miedo se va y todo se soluciona, esa es la tendencia natural.
Así pues, recapitulando, resaltemos que las preocupaciones principalmente, y el miedo como factor adicional, frenan el proceso creativo y positivo de generación de pensamientos acordes a nuestros deseos. Cambia el pensamiento y eliminarás los obstáculos.
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