jueves, 17 de febrero de 2011

La Ciencia de Cambiar tu Mente por Joe Dispenza

«Mente y materia no están separadas. Los humanos, pues, podemos usar la mente subjetiva para influir en el mundo objetivo. Lo físico es metáfora de lo psíquico»

Joe Dispenza lleva décadas estudiando la mente humana: cómo trabaja, cómo procesa la información y por qué repite los mismos patrones de conducta durante generaciones. En ¿¡Y tú qué sabes!? ya introdujo cómo funciona el cerebro, cómo aprende nuevas herramientas, cómo logra enfocar el pensamiento en mitad del caos y cómo puede lograr la salud física y mental.

En Desarrolla tu cerebro expone esta información en profundidad para ayudarnos a tomar el control de nuestra mente. Nos explica cómo los pensamientos provocan reacciones químicas que nos llevan a la adicción de comportamientos y sensaciones —incluidos los que causan infelicidad—. Cuando aprendemos cómo son creados estos malos hábitos, no sólo podemos romperlos, sino también reprogramar y desarrollar nuestro cerebro para que aparezcan en nuestra vida comportamientos nuevos y creativos.

El doctor Dispenza, pese a no ser un físico cuántico, sostiene de manera implícita, que no explícita, el papel primordial de la conciencia. Para comprender la supremacía de la conciencia de manera explícita, es útil tener ciertos conocimientos sobre la física cuántica, que ofrece el doctor Amit Goswami en el prólogo.

EL AUTOR

Joe Dispenza estudió bioquímica en la Universidad Rutgers de New Brunswick, en Nueva Jersey. Más tarde obtuvo el doctorado de quiropráctica en la Life University, de Atlanta, Georgia, donde se licenció magna cum laude y recibió el premio Clinical Proficiency Citation por la extraordinaria calidad de su relación con los pacientes. Es miembro de la International Chiropractic Honor Society.

Ha cursado estudios de postgraduado en neurología, neurofisiología, función cerebral, biología celular, genética, memorización, química cerebral, envejecimiento y longevidad. Ha sido profesor de la Escuela Ramtha de Iluminación Espiritual, donde fortaleció su creencia en que el matrimonio entre la ciencia y el espíritu puede cambiar nuestra vida.

Desde 1997 ha dado conferencias ante más de diez mil personas en dieciséis países de los cinco continentes y realizado presentaciones para distintas organizaciones europeas y norteamericanas. Cuando no está de viaje o escribiendo, se encarga de atender a sus pacientes en la clínica de quiropráctica que tiene cerca de Olympia, Washington.

Autor de varios artículos científicos sobre la relación existente entre la química cerebral, la neurofisiología y la biología, utiliza toda esta información para explicar el papel que juegan dichas funciones en la salud física.

El doctor Dispenza ha investigado sobre las remisiones espontáneas, sintetizando los elementos comunes a todos los casos. Básicamente, se trata de individuos que han cambiado la arquitectura neurológica de su cerebro y, con ello, han recuperado su estado de salud experimentado curaciones «milagrosas».

Como uno de los científicos, investigadores y profesores citados en la galardonada película ¡¿Y tú qué sabes?!, a menudo se recuerda al doctor Dispenza por sus comentarios acerca de la capacidad de las personas para crear su día.

EXTRACTOS

«Cambiar la mente de forma permanente influye sobre el estado físico y mental. Pero ¿tiene alguna consecuencia en nuestra vida el hecho de ser una nueva persona o de poner en práctica una nueva actitud? Si creemos que nuestros pensamientos son los que determinan nuestro futuro y queremos evolucionar nuestro cerebro para pensar de manera diferente, ¿no cambiaría eso nuestra vida de algún modo? En pocas palabras: si cambiamos nuestros pensamientos, ¿cambia nuestra realidad?»

«El mundo de la materia y el subjetivo mundo de la mente dejan de estar separados. La mente y la materia están relacionadas, y en el mundo cuántico de las partículas subatómicas, la mente ejerce un efecto directo sobre la materia. Lo más importante es comprender la naturaleza radical de este cambio en nuestra comprensión del funcionamiento del universo.»

«Quizá podamos entrenar al cerebro y a la mente para que trabajen mejor y lleguemos a convertirnos en observadores más atentos de la realidad. Si desarrollamos nuestro cerebro y nuestra mente, es posible que ejerzamos una mayor influencia sobre el mundo objetivo. La teoría es simple: la mente y el observador son fundamentales para la comprensión de la naturaleza de la realidad. Hay un campo infinito de energía que se extiende más allá de nuestro actual concepto del tiempo y del espacio y que nos une a todo. La realidad no es un flujo continuo y constante, sino un campo de infinitas posibilidades sobre el que podemos ejercer una enorme influencia; siempre que nos adentremos en el estado mental apropiado, claro está. Cuanto más poderosa sea la mente subjetiva, más influencia tendrá sobre el mundo objetivo.»

«Podemos cambiar la mente y el Cerebro. Sabemos que el mero hecho de aprender conocimientos reestructura el cerebro y le permite ver las cosas de una manera completamente distintas. Y la experiencia moldea aún más el cerebro.»

FUENTE: manantialcaduceo.com.ar

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