Para estimular su sensibilidad a distintas corrientes energéticas, frótese bruscamente las manos hasta que, debido al roce, llegen casi a arder. Luego extiéndalas, palma con palma, con los dedos alineados. A continuación, separamos lentamente hasta experimentar una presión o alivio. Esa será la señal de que acaba de entrar en otro plano energético.
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